
Dice el acta del jurado que hubo mayoría, no unanimidad. Tras la puerta tapiada (Hiperión, Madrid, 2009) recibió el premio de poesía de esa editorial en su última edición. Su autor, Francisco José Martínez Morán (Madrid, 1981).
No es un poemario fresco, cargado de tópicos, a veces cansa. Destaco las referencias y la cultura pictórica del autor. Enriquecen sus poemas esas referencias, y dan un toque cosmopolita que el autor no sabe aprovechar en el libro, debido al tono indeciso y a la variedad de poemas, cortos y largos.
Dice el autor en su poema “Propósito de enmienda”:
PIENSO: “Voy a escribir poemas largos”.
Y el libro está repleto de mezclas, largos y cortos, que rompen el ritmo, desarbolan el tono, y empobrecen la actitud.
Destaco los poemas cortos. Los largos bien escritos, con oficio, con fogonazos y destellos, pero ausentes de hilo conductor.
Martínez Morán tiene tablas, y es profesor de talleres literarios. Confío plenamente que en su próximo libro nos devolverá el buen sabor de boca que con este no nos ha llegado.
No es un poemario fresco, cargado de tópicos, a veces cansa. Destaco las referencias y la cultura pictórica del autor. Enriquecen sus poemas esas referencias, y dan un toque cosmopolita que el autor no sabe aprovechar en el libro, debido al tono indeciso y a la variedad de poemas, cortos y largos.
Dice el autor en su poema “Propósito de enmienda”:
PIENSO: “Voy a escribir poemas largos”.
Y el libro está repleto de mezclas, largos y cortos, que rompen el ritmo, desarbolan el tono, y empobrecen la actitud.
Destaco los poemas cortos. Los largos bien escritos, con oficio, con fogonazos y destellos, pero ausentes de hilo conductor.
Martínez Morán tiene tablas, y es profesor de talleres literarios. Confío plenamente que en su próximo libro nos devolverá el buen sabor de boca que con este no nos ha llegado.